Casa Beatnik Hotel - Vedra, A Coruña

Emilio R.

Todo un flechazo desde que tuve conocimiento de la misma en 2022. Segunda visita a esta magnífica casa que goza de un áurea singular. Ambiente relajado, ideal para desconectar, comer bien, ojear uno de los muchos libros de pintura o arquitectura que tienen, jugar una partida de ajedrez junto al fuego disfrutando de un cóctel o bien una sauna con vistas a los montes gallegos. Buscando fecha para mi regreso. Magnífica!

Noelia B. R.

Hace un par de años que tenía esta visita pendiente en mi lista, pero no había encontrado la ocasión perfecta para visitarlo... hasta este pasado fin de semana. A veces, las redes sociales pueden crear expectativas poco realistas, pero este no fue en absoluto el caso de este maravilloso pazo del siglo XVIII.

Aunque quizás primavera o verano sean las mejores estaciones para disfrutar plenamente de todas sus instalaciones, como la piscina, no cambiaríamos nuestra experiencia por nada. El clima soleado nos acompañó durante el fin de semana, permitiéndonos aprovechar al máximo todo lo que este lugar tiene para ofrecer: un entorno natural impresionante, la zona de yoga, el gimnasio y, especialmente, la sauna. La experiencia en la sauna fue pura magia: relajarnos allí mientras degustábamos dos cócteles sin alcohol de la casa fue, sin duda, uno de los puntos destacados de nuestra estancia.

Desde el primer momento, se nota que este es un lugar donde las cosas se hacen con mimo y atención al detalle. El personal es sumamente profesional, cercano y siempre disponible. Desde nuestra llegada, donde nos recibieron con un cóctel de bienvenida, hasta el momento de nuestra partida, el servicio fue impecable y cálido, siempre atento a nuestras necesidades y con la comodidad de poder comunicarnos fácilmente a través de WhatsApp.

En cuanto a la experiencia gastronómica, cenamos en el restaurante Tribu, que en esta temporada también incluye platos del restaurante estacional Bámbola. Decidimos probar un poco de todo y no nos decepcionó:

Entrantes: Ostras con leche de coco (y otros ingredientes que, sinceramente, no logro recordar, pero eran exquisitos) y una focaccia con ricota que se convirtió en mi favorita. Su textura y sabor me recordaron al pan chino.
Platos principales: Una carbonara con trufa y un plato de carne de pato con un puré que se deshacía en el paladar.
Postre: Una tartaleta con piña, peta zetas y una combinación de ingredientes tan creativa como deliciosa.
Cada plato estaba cuidadosamente elaborado, las cantidades eran óptimas y la atención al detalle era impecable. Todo esto, por un precio más que razonable considerando la calidad del producto y la experiencia.

En el desayuno, incluido en nuestra estancia, decidimos probar los banana pancakes, suaves y esponjosos, que venían acompañados de sirope y fruta fresca, además de un delicioso sándwich elaborado con pan de brioche, lacón asado y queso San Simón, una combinación que resultó ser todo un acierto.

¿Lo recomendaría? Absolutamente. Este lugar no solo cumple con las expectativas, sino que las supera. No tengo dudas de que en verano volveré.

Lucia G. T.

Es un lugar estupendo para desconectar y descansar, muy acogedor y la comida exquisita. El trato tanto del personal como de los dueños maravilloso. Sin duda repetiremos.

Laura

Un lugar de ensueño, una experiencia única y un sitio al que volver, el personal, el cuidado de todos los detalles, la sonrisa del dueño a la entrada del restaurante a la hora de la cena, es el conjunto de todo lo que hace de este lugar un lugar maravilloso y acogedor donde conviven cultura, lujo, inspiración y buen gusto.
Hemos estado este fin de semana y sin duda volveremos.

Sara L. B.

Dormir en una yurta, despertar en un viñedo, yoga al aire libre y vendimiar es algo poco común, que puedes hacer aquí!!
Cuidan el detalle en absolutamente todo.
Comimos en Tribu y todo fue un 10.
Su piscina, sur jardines… todo!!!
Sin duda un lugar mágico y único.

María L.

Como wedding planner que soy en eventos y sentimientos, recomiendo esta preciosa ubicación para una boda íntima o rústica, o alojamiento de invitados, o un precioso finde en el campo. Pedro es encantador

Fernando T.

Mi reseña es del desayuno. Horrible relación cantidad -precio. 20€ por dos trocitines de pan, una loncha de jamón en trozos, unos trocitos de tomate y un huevo frito. En cientos de bares me hubieran puesto más cantidad y por la cuarta parte. Y el resto de opciones tienen un precio igual de exagerado sin que sean nada fuera de lo común. A desayunar seguro que no vuelvo.

Rafa Q.

Espectacular lugar para alojarse, desconectar, y disfrutar de sus instalaciones a unos 15 km de Santiago. Personal muy atento, excepcionales. Terraza, salones, piscina y su zona para disfrutarla, todos estos lugares decorados con esmero idílicos para tomar algo con amigos, en pareja, de negocios... Todo calculado al milímetro...